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SARCASMOCRACIA

Héroes veraniegos

Héroes veraniegos

Joder como están las playas….  

  

Resulta que ayer me voy a Caldetas con la familia y delante nuestro se apostan un grupo de jóvenes, con las hormonas alborotadas y un loro descomunal propio de aquellos que no se han enterado de que existe el iPod, dispuestos a alegrarnos un aburrido dia de playa.  

  

Tras hacer la primera inspección ocular y pensar para mis adentros que si tuviera una hija me encantaría tener a alguno de estos como yerno, me doy cuenta que uno lleva tatuada una gran J (jota) en el pecho, emulando la S (ese) del superhéroe aquel que ni era pájaro, ni era avión....

  

Mientras estoy pensando que hay que estar orgulloso de llamarse Juan para tatuarse una jota mayúscula en los pectorales, al SuperJuan lo llama uno de sus amiguetes por su nombre: “Ladislao, vamonos al agua”   ¿Con que Ladislao, eh?. Ahora si que estoy desconcertado. Si su nombre no empieza por jota…. ¿Qué simbolizará la J esta que el tio lleva con tanto orgullo?

  

Lo primero que se me ocurre es que la J no es más que la inicial de Jilipollas.   ¿Jilipollas? Pero si Jilipollas se escribe normalmente con G…. A ver si resultará que se trata de un supergilipollas con super problemas de ortografia…. 

  

Finalmente descarto esta alternativa y sigo pensando en otras posibilidades para ver si doy con la cierta. ¡Esto es mejor que el sudoku!  Escucho atentamente cuando habla y descarto también que sea de una asociación de joteros aragoneses, porque el acento no parece mañico. Tampoco parece de Jaen y aunque seguro que le gusta el futbol no estoy seguro de que sea un “Juligan”… 

 

Ya estoy desesperado, en un callejón sin salida, cuando se hace la luz: Izan la bandera amarilla, suena la megafonía y se desata el caos: “¡Atención! ¡Atención! ¡Salgan inmediatamente! ¡Vienen las medusas!”.

  

  

Padres corriendo a la orilla a rescatar a sus hijos, bañistas que salen gritando del agua, vigilantes de la playa histéricos en su primera misión seria,.... Por suerte una abuela, que estuvo de enfermera en Pearl Harbour, monta un pequeño hospital con tres sombrillas y dos tumbonas. Los más nostálgicos se preguntan donde estará el jefe Brody

    

En ese momento el de la J en el pecho y sus colegas, que tras haberse quitado sus camisetas muestran también una J en sus torsos, se lanzan al agua con las caras pintadas al más puro estilo Sioux  y entonando un alarido de guerra que hubiera puesto los pelos de punta al mismísimo general Custer. La orilla se tiñe de rojo. Las medusas intentan escapar, pero se producen numerosas bajas en su bando. Las pocas que consiguen evitar los cuchillos de los bravos guerreros, huyen mar adentro en busca de playas más tranquilas. Los bañistas, amontonados en la orilla, vitorean a los héroes de Caldetas...

  

Y es que las nuevas generaciones son así... Con el rollo de que mola lo retro, unos cuantos estudiantes de Filología Clásica se han apuntado al carro mitológico y han encontrado, en las míticas películas "Jasón y los Argonautas" (1963) y "Furia de Titanes" (1981), un nuevo modo de vivir. Para los que no hayais tenido oportunidad de ver estas joyitas del cine os cuento que en la segunda, Perseo le corta la cabeza a Medusa (os he pegado su foto para que os familiaricéis),  un monstruito que convierte en piedra a quien le mira a los ojos.  Aunque quién le dió muerte fue Perseo, a los chavales de la playa les dió reparo tatuarse una gran P en el pecho, no fuera que alguién les llamara Panolis...

  

Y aquí acaba la historia de Los Jasones, una nueva tribu playera compuesta por unos simpáticos héroes que harán de nuestras playas sitios más seguros a los que acudir en vacaciones. ¡Gracias, amigos!

 

3 comentarios

cuellar -

Bueno y todo esto fue antes o después de las cañas del aperitivo?

Anónimo -

Joder, tio, que razón tienes... eres un visionario. Lo de los centros de reclutamiento va a traer cola y es posible que el ejercito quede en evidencia, pues es mucho más glamourosa la vida de un Jasón que la de un soldado enfrentado a la dureza de la vida castrense. Y es que el glamour mueve montañas. Los vigilantes de la playa tradicionales van a intentar reciclarse y dícen que hasta el mismísimo David Hasselhoff se ha cambiado el apellido por Jasselhoff para poder ir más acorde con los nuevos tiempos que corren. ¡Que fuerte!

Carles -

Con los tiempos que corren hoy en día, ser una persona respetada y vitoreada es todo un mérito. Si ello implica tatuarse una jota debajo del pecho y ver que toda tu cuadrilla lo hace, tú no vas a ser menos ¿no? Lo de las medusas es un acierto. Esto demuestra que la gente joven actual, que hace de la valentía su bandera, piensa y actúa claramente influenciada por las películas mencionadas. Están al día, permanecen atentos a las noticias que sacuden al mundo. Y uno de los temas más recurrentes este verano son las plagas de medusas. Todos los que disfrutamos de unas vacaciones en la playa, deseamos que no aparezcan dichas criaturas y desluzcan un día de playa, por lo que si un grupo de ávidos muchachos se asocian dispuestos a ayudar al prójimo, merecen mi cálido reconocimiento y creo que incluso estaría dispuesto a contribuir económicamente a tal fin.
Con el tiempo se profesionalizarían, las asociaciones se multiplicarían, y podríamos exigir que en los accesos a las playas se muestre de forma clara y contundente una banderola en el que aparezca, por ejemplo y sobre un fondo blanco, una insinuante JOTA de color negro. Justo al lado de la bandera de medusas y la del estado del mar. Ya me puedo imaginar las conversaciones de la gente en el parking de vehículos. “¿Qué bandera tiene esta playa?. Pues creo que hay bandera verde.” El primero le replica: “Pero, ¿y si se acercaran las medusas?” El segundo contestaría: “Tranquilo, también esta izada la bandera de los JASONES”.
Qué satisfacción, qué seguridad. Te vas olvidando del tema mientras al adentrarte en la playa, los observas en sus puestos de vigilancia con sus llamativas jotas tatuadas. Eso sí, yo soy de los que prohibiría rotundamente el uso y disfrute de sus molestos “loracos” a toda castaña. Que las medusas aparecen de golpe , lo dicho, se lanzan al mar y salvan a los bañistas. Puede que alguno sea atacado ya sea bañista o “jason”. Ningún problema. Surge el improvisado hospital playero de la viejecita enfermera (si, en toda playa las hay).
Incluso en un futuro no muy lejano (las plagas de medusas iran a más) yo veo centros de información y reclutamiento en las propias playas. Lemas tan curiosos como : “Ser Jasón es un pasadón”, “Hazte Jasón y triunfarás un cojón”, “ser Jasón mola mogollón”.

Reflexionemos sobre esto porque no hay nada peor en una jornada playera que combinar unas medusas y unos “loracos” a toda castaña. Matamos dos pájaros de un tiro.