El Arca de José
Una mañana, Rodolfo León se levantó de la cama, abrió la ventana de par en par y rugió.
La vecina del piso de abajo despertó sobresaltada:
- Cariño, ¿que ha sido eso?
- Nada mi amor, el gilipollas del vecino de arriba haciendo honor a su apellido - contestó su marido, todavía medio dormido
- ¿su apellido? - preguntó la mujer
- Si, mi amor, se apellida León. Por eso ruge...
- Ahhh! ¿Por que no sales y le díces algo?
- Cariño, es muy pronto.... Luego se lo digo
- Vaaaaa.... Díselo ahora, que me asusta.
- Bueeeeeno. Voy.....
Martín Gallo, se acercó a la ventana, miró hacia arriba y gritó:
- gi gi gi giiiiii! gi gi gi giiiii! gilipollassssssss!
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