Siamo ospitale , solo non tanto quanto (Somos hospitalarios, pero no tanto)
Hoy me ha ocurrido una cosa que me ha hecho reflexionar sobre la clase de turistas que tenemos por aquí.
Resulta que de una forma completamente absurda, fortuita y accidental, mi mujer me ha dado un cabezazo en la nariz. Tras el aturdimiento inicial, y con las dos manos tapándome la cara, ha empezado a brotar la sangre. En estos momentos lo primero que se le pasa por la cabeza a uno, presa de un ataque de hipocondría, es lo típico: “amorcito, me la has roto”. Y lo segundo que piensas es “y ahora tendrás que ir a la playa con la trompa escayolada”.
Total, que estoy con la nariz sangrando en presencia de mi familia y se me acerca un turista italiano y me pregunta… “¿dove e il estanco?”
¿Que dove e il estanco? …. ¿Pero no ves que estoy malito, Giuseppe? ¿tu credi que e normale molestare a un essere humano a difficoltà? ¡Colloni, Giuseppe!, ¿te parecería normal que yo fuese al Coliseo y le preguntara a un italiano medio devorado por un león que donde está la Fontana di Trevi? No, Giuseppe, aquí no somos así….. Aquí respetamos el sufrimiento ajeno.
Al final le he dado la dirección del Ramón y Cajal. Si, Giuseppe, si, ves al hospital y pregunta a los enfermos, si eso es lo que te gusta. Va, Giuseppe, entra en las habitaciones y pregunta como llegar al Bernabeu.
Imagino que en la guía turística que se compró el bueno de Giuseppe, en el apartado de idiosincracia de los nativos, diría algo así como: "Al español se le conoce por poner al mal tiempo buena cara. No encontrará Ud. seres más altruistas".
Ah.... para acabar deciros que no ha sido para tanto. Creo que no está rota.
7 comentarios
Ferran -
Ferran -
Charo -
Y encima intentas cargar con el percance a tu mujer...no quieras llamra tanto la atención...
Que te mejores!
Anónimo -
Aquello causó en mi una doble preocupación. La primera y menos importante, el ver el efecto que produce el llamado "síndrome del nuevo rico". Los susodichos tenían toda la pinta de ser los típicos que se mueren de gusto si son tratados a patadas en New Yooork. Y la segunda preocupación, mucho más importante, me llevó a que, al compartir nacionalidad con semejante grupo de gilipollas, la mañana siguiente buscara con cierta inquietud en mi plato algún tipo de residuo orgánico... Y es que todos tenemos un límite...
cuellar -
Ferran -
Gracias, amigo
Carles -
Aunque siendo italiano me invade otra hipotética teoría: ¿no formaría parte esa jodida pregunta en una especie de acercamiento hacia tu mujer?. Los italianos son así....Te vió con las defensas desprevenidas y intentó deslealmente presentar su tarjeta de presentación. Ya se sabe que en el mundo animal, los machos se aprovechan de la flaqueza de los otros para intentar adueñarse de una hembra.
Te deseo una pronta recuperación nasal y recuerdos "a tuta la familia" (con acento italiano, claro).